Aquella
luna de noche,
aquella
noche la luna,
enredándose
en sí misma
hilaba
como una oruga,
como una
oruga de sal,
su
salidulce blancura,
su saliluz
dulce y sola,
y
escurría llena de pulpa
sobre el mar
negro, vacío,
encabalgado
de espuma,
hilo de
la luz del sol,
lunaoruga-orugaluna,
aquella
luna de noche,
hilaba
llena de nuncas,
y sobre
mi barca insomne
luz de
ayer y ya futura
en este
instante preciso…
¡espirales,
espejos, nuncas…!
Abraham Peralta Vélez 03 de noviembre 2015
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